Carreteles de Iberê, Fort-Da de Freud

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Carreteles de Iberê, Fort-Da de Freud

Acto psicoanalítico | Acto de creación

Jaime Betts

Sem título | Iberê Camargo | 1975

 

“Siempre busqué la transposición de lo real, hasta el momento en que tomé como objeto de mis cuadros el carretel, por haber sido el objeto de mi infancia cargado de afectividad.”

 


Berg, Evelyn. Arte acima de tudo. (arq. MARGS, Porto Alegre)

“Arte es hacer de una cosa otra cosa”. Alice Tessler de Sousa

 

La imagen arriba reproducida ilustra el material de divulgación del V Congreso Internacional de Convergencia que APPOA acogerá en junio de 2012. Es un recorte de un cuadro de Iberê Camargo de la colección Os Carretéis (Los Carreteles).

El Congreso tiene como temática “El Acto Psicoanalítico: sus incidencias clínicas, políticas y sociales”. Uno de los cuatro ejes de trabajo es sobre “Acto y Creación de lo nuevo en la cultura”.

¿Qué tienen en común el acto analítico y el acto de creación y qué los diferencia?

Los carreteles se convirtieron elemento-personaje recurrente a lo largo de la obra de Iberê Camargo. Y el carretel del nieto de Freud también se tornó referente en el Psicoanálisis.

Iberê relata que un día, en el fondo de un cajón, re-encontró este objeto que hiciera parte de su mundo infantil (Kossovitch y Laudanna, 2000, p. 21), en el que jugaba con los carreteles que quedaban del trabajo de costura de su madre.

Según podemos leer en el epígrafe arriba, los carreteles han sido objetos de su infancia cargados de afectividad. Para Iberê, la obra de arte vale por lo que consigue expresar. En la secuencia del epígrafe, el artista dice: “Cualquier pintor tiene su elemento. Y este se vuelve un personaje que tiene universalidad, que consigue vivir en el mundo de las artes. Porque cada autor tiene su personaje y ese personaje vive sus dramas y sus metáforas.”

Entrevistado por Lisette Lagnado (1994, p.33), afirmó: “Tal vez esté buscando, sin saberlo, la primera imagen, la imagen de la madre. Entonces, cuando la cosa se presenta, entonces satisface. No sé decir de antemano cómo es, pero soy capaz de reconocerla. Es ella, lo sé."

El hilo de los carreteles que enlazan obra y vida del artista son invisibles, incluso para sí mismo, pero éste es capaz de reconocer cuando “la cosa se presenta en la obra” , y “entonces satisface”. El re-encuentro imaginario con el objeto perdido de las vivencias alucinatorias de satisfacción infantil, un día ligadas a su madre, marcan en la obra del artista la nostalgia de posibles re-encuentros metaforizados. El artista crea a partir del elemento carretel personajes que viven, metaforizan y desplazan los dramas de la vida, dramas de vida que adquieren valor universal porque hablan de la condición humana.

“Toda obra de arte es un curativo del vacío”, dice René Passeron (2001, p.11). Vacío estructural al redor del cual se yerguen el sujeto y la civilización en cada época y cultura a su modo. El artista, en su acto de creación, busca expresar lo inexpresable, tornar visible lo invisible, audible lo inaudible y dar forma a lo amorfo. En las artes visuales, el artista busca situar en la obra una cierta mirada que lleve el espectador a deponer las armas de la pulsión escópica. (Lacan, 1979).

En la obra de Iberê reproducida arriba, vemos algo que en cambio nos mira. Algunos de sus carreteles, tal como ciertos cuadros de Picasso, tienen sus orificios transpuestos de las extremidades para los costados, y que parecen mirarnos como túneles del tiempo en que nos perdemos en devaneos.

Iberê comentó una vez que: “No pinto modelos, pinto emociones”. (http://www.bolsadearte.com/iberecamargo/critica.htm en 01-10-2011). Las emociones inscritas en el cuadro por el artista a través de los trazos del elemento/personaje carretel se conjugan en el pasaje para la fruición del espectador que contempla y repercute en sí esas inscripciones.

En ese sentido, una de las definiciones más sencillas y a la vez profundas de qué es el arte me ha sido transmitida por Élida Tessler, refiriendo la afirmación de su hija Alice, que un día dijo que “arte es hacer de una cosa otra cosa”. Iberê puede pintar emociones porque supo hacer otra cosa con los carreteles de su infancia. A partir de sus trazos inscritos en la obra, los carreteles encontraron su lugar de personaje en el mundo del arte.

El carretel del nieto de Freud también tiene un hilo de ligazón con su madre. Freud relata, en Mas allá del principio de placer (1920), el jugar de su nieto Ernst. En la ausencia de su madre, arrojaba el carretel hacia fuera de su cuna a la vez que emitía un sonido “ooooo”. Luego tiraba de él alegremente de vuelta para sí por el filo atado al carretel, emitiendo un “da”. Freud interpreta esos sonidos emitidos por Ernst como lejos/aquí (fort/da en el idioma alemán). Comenta aún que la repetición y la satisfacción parecían ser más intensas cuando se arrojaba (fort) el carretel comparado al tirar de él hacia aquí (da).

Este juego del carretel es notorio porque marca la constitución del sujeto por su ingreso en el orden simbólico, pues el niño puede jugar activamente al aparecimiento / desaparecimiento de su madre, poniendo en su sitio los significantes fundamentales fort/da. En ese sentido, el símbolo es la muerte de la cosa (objeto perdido) y fuente del desear.

El acto analítico tiene como producto los significantes fundamentales que marcan los bordes del vacío estructurante del sujeto. Marcar los bordes del vacío, del objeto primordial perdido, permite al sujeto desear y hacer algo más interesante con estos significantes. Cuando los significantes se abren a la polisemia por el acto psicoanalítico, se vuelve posible al sujeto reposicionarse y llevar un vida creativa. Se vuelve posible al sujeto el acto de crear algo nuevo en su vida, y eventualmente también en la cultura.

En otras palabras, el producto del acto analítico es el significante S1 en una nueva posición (o un nuevo S1). En ese sentido, el acto analítico constituye “un verdadero comienzo, un acto creador que establece que esté allí el comienzo” (Lacan, 1967-68). Un comienzo en que el significante amo (S1) no hace figura del amo que establece las certezas a las que el sujeto se puede agarrar sintomáticamente, como lo es el caso en el discurso religioso.

En el acto de creación de una obra de arte, por su vez, el artista crea desde un lugar de enunciación renovado, siempre que no caiga en la compulsión de repetición de lo mismo, situación en la cual se agota el proceso de creación. En el arte, el acto re-crea a la vez la muerte simbólica inaugural del sujeto que se aliena en los significantes del Otro ante el vacío incurable de lo real, pero que, por otra parte, alivia al sujeto de confrontarse de forma directa con ese vacío insoportable a través de la pantalla que la obra interpone.

El acto analítico desvela el vacío, delimitando sus bordes significantes, y el acto de creación, curativo, vela y revela el vacío.

 

Jaime Betts, psicoanalista, miembro de APPOA. Coautor de los libros Sob o Véu Transparente: recortes do processo criativo com Claudia Stern (Território das Artes Ed. - 2005) e (Re)velações do Olhar: recortes do processo criativo com Liana Timm (Território das Artes Ed. 2006).

 

Referencias:

FREUD, Sigmund. Além do Princípio do Prazer (1920) In: Obras Completas, vol. 18, Edição Standard. Rio de Janeiro: Imago, 1996.

KOSSOVITCH, Leon; LAUDANNA, Mayra. Gravura no século XX. In: GRAVURA: arte brasileira do século XX. São Paulo: Itaú Cultural: Cosac & Naify, 2000. p. 21.

LACAN, Jaques. O Seminário, Livro 11 – Os Quatro Conceitos Fundamentais da Psicanálise (1964). Rio de Janeiro: Zahar Ed, 1979.

LACAN, Jaques. O Ato Psicanalítico – Seminário 1967-1968. Lição de 10-1-1968. Porto Alegre: Escola de Estudos Psicanalíticos.

LAGNADO, Lisette. Conversações com Iberê Camargo. São Paulo: Iluminuras, 1994.

PASSERON, René. Por uma Poïanálise. In: Sousa, E.L.A., Tessler, E.,Slavutzky, A.(orgs.) A Invenção da Vida – arte e psicanálise. Porto Alegre: Artes e Ofícios, 2001.